sábado, 6 de noviembre de 2010

Nostalgia



Resulta extraño sentir nostalgia. No permite continuar. Uno se detiene en los detalles del pasado y pasea sobre ellos sin permitirse seguir adelante, anclada en algo que ya no existe. Las imágenes se amontonan, la tristeza se agolpa. Y mientras se está buscando algo sin importancia entre un montón de archivos, acabamos cruzándonos con una puerta a través de la cual se dibujan los mundos perdidos. Esa foto donde sonríes, y esa otra que me hiciste y en la que la felicidad parece estar desbordándose (fíjate que hasta alguien me dijo que salía muy guapa, ¡yo!, y es sólo porque tú me hacías la foto). Lo recuerdo perfectamente, paseando por un canal durante horas, simplemente con la compañía del uno y el otro y la conversación y los besos que queríamos prestarnos. Libremente. Simplemente porque sí, porque ése era nuestro deseo.

Pero, ¿por qué el deseo se escapa? ¿Por qué se escapa tu deseo si el mío sigue permaneciendo ahí, inmutable, para recordarme todo cuanto no será? ¿Qué es lo que convierte las cosas en diferentes? ¿Por qué no puedes seguir regalándome la misma mirada? Y, ¿cómo es posible que a pesar de ello el reloj no se detenga y todo siga igual cada mañana al despertarme, como si no pasara nada, como si no importara?

Tomando las palabras prestadas, "te hubiera salvado de la duda que tantas encrucijadas dejan en los pies...".

0 alas de mariposa: