jueves, 3 de septiembre de 2009

Deshojando margaritas...

viernes, 14 de agosto de 2009

Sapos (sin culebras)


El príncipe azul siempre acaba cansado de la muchacha cuando deja de ser rana.

viernes, 26 de junio de 2009

Si Peter Pan viniera

...o al menos viniera el Capitán Garfio...

martes, 23 de junio de 2009

Sí, yo estudié Historia

Me tomo la libertad de copiar y pegar un correo que anda circulando y que escribió una compañera de la facultad:

¿No estáis cansados de pensar eso cada vez que alguien lo pregunta? Nosotros ya estamos cansados…


...cansados de que digan que esta carrera se regala en las tapas de Danone.
...cansados de que nos expliquen que un siglo... no siempre son 100 años.
...cansados de que nos pregunten si tenemos salida profesional… Tú eres ingeniero y también estás conmigo en la cola del paro ¿no?
...cansados de intentar diferenciar las "c" de la carolingia (o carolina) o las “s” las “u” y las “n” en la letra procesal.
...cansados de que todos nos miren raro por no saber una pregunta amarilla del trivial pursuit.
...cansados de que cualquiera te discuta una explicación histórica porque leyeron “no se qué” en Muy Interesante (o similar)
...cansados de que te digan: ¿historia? y ¿eso para qué sirve? Los más listos se contestan: para dar clase ¿no?
...cansados de intentar diferenciar los tipos de raedera musteriense.
...cansados de que nos miren mal en la cafetería cuando hablamos sobre el conflicto patricio-plebeyo.
...cansados de que nos pregunten por los hechos de una fecha en concreto... ¿qué paso el 2 de julio de 1875, a primera hora de la mañana?... y cuando miras con cara de indignación contesten... ¿pero tú no estudiabas esto?
....cansados de que aludan a Indiana Jones cuando hablas de arqueología (Si Gordon Childe levantara la cabeza…)
...cansados de que te recuerden novelas históricas: que no señores, que lo del Código da Vinci ¡¡No es Historia!!
...cansados de que todo dios compare tus asignaturas con las suyas empezando con un "eso no es nada en..." o similar. Haz un ensayo de 4 o más hojas en base a dos párrafos del transporte de grano en la España del siglo XIX y cuéntame…
...cansados de que nos miren raro porque, borrachos, discutimos sobre las relaciones de vasallaje medievales.
...cansados de que nos llamen aburridos: Debatir sobre los motivos de la caída de la Unión Soviética o el Imperio Romano es MUY DIVERTIDO.
... cansados de que seamos todos barbudos y pelones.
...cansados de que nos digan ¿Estudias Historia?, ¿Pero qué historia?
...cansados de ver que hicieron con la historia en "Memoria de España", por dios! empezaban por "la ameba española..."
...cansados de que te miren con cara rara cuando te ven salir la biblioteca con 9 libros distintos de 400 páginas mínimo (tras haberle pedido el carnet a un amigo para sacar más de 5) para hacer una mierda de trabajo de 7 PÁGINAS…
...cansados de que los libros tipo "historia de la historiografía, para alumnos de historia" ¡estén en la biblioteca de arquitectura!
…cansados de que nos llamen raros por identificar la diosa de la escultura.
…cansados de que nos discutan si la Historia es una Ciencia.

Por todo esto y mucho más… ¡Reclamemos con honor nuestro lugar en el mundo! Porque sabemos que no hay profesión como la nuestra, en la que puedas aprender desde la formación de un filo en una roca de silex, hasta las variaciones económicas del siglo XX. Porque nosotros albergamos la sabiduría de 3 millones de años de especie humana y la utilizamos metiendo cerveza en nuestro cuerpo. Porque aprendemos de lo que leemos, y señores, en Historia leemos mucho.


No sé si realmente leemos tanto o si albergamos tanta sabiduría, creo que nosotros no...la Historia sí... en cualquier caso, es sencillamente maravillosa... ays

lunes, 8 de junio de 2009

La ciudad del Sol

"Sabemos con certeza que un hombre de letras sabrá gobernar más que vosotros que honráis a los ignorantes pensando que son aptos porque han nacido señores, o han sido elegidos por alguna facción poderosa. Pero nuestro Sol, aunque sea un infeliz en el gobernar, jamás, sabiendo tanto, será cruel ni malvado ni tirano."
(Tommaso Campanella, f. XVI)

lunes, 18 de mayo de 2009

Hagamos un trato

Suyas fueron las primeras palabras que tomamos prestadas para decirnos cuanto no debíamos decirnos...
"Compañera
usted sabe
que puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo.

Si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo.

Pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo."
(Mario Benedetti)

viernes, 24 de abril de 2009

Negociaciones


Quizás él lleva razón, ese profesor que tengo por uno de los mejores que he conocido a lo largo de la carrera. El mismo que considera que toda relación social es una mesa de negociación, incluso la de la pareja. Que el amor, o eso que llaman amor no es más que una relación de poder, como todo, en la que dos (o tres, o cuantos sean) delimitan ámbitos de dominio. Y tú pareces darle la razón cada día un palmo más. O será que el amor, o eso que llaman amor, se te acabó borrando de donde quiera que se esconde cuando existe. O será que ya no me necesitas en la maldita relación de poder, ni en la aborrecible mesa de negociaciones. Que ya no te hago sentir tan rubio, ni tan alto, ni con los ojos tan azules... o que me coartaron las cartas, o que se coartaron solas cuando coartamos las cartas que jugaban otros porque la funesta relación de poder ya no precisaba tampoco de mi. O que Dios existe y da a cada cual lo que merece. O que me conoces demasiado. Qui lo ça.

"Seguí cantando, cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra,..."
Mª Elena Walsh, Como la cigarra, 1972


martes, 21 de abril de 2009

De ofinicas y burócratas. La TGSS y Gonzalo Bilbao


Los burócratas no entienden de sentimientos. Te aguardan al otro lado de la barrera que impone su mesa de oficina. No atienden a razón, ni a sentido común ni a la lógica más básica, sólo conocen formulismos, fechas concretas incuestionables con base sólo en el papel, sellos oficiales y fotocopias compulsadas. Da igual quién o qué seas tú, sólo importa tu DNI, tu estado civil y tu fecha de nacimiento. A veces, la firma, pero ni siquiera es imprescindible, cualquiera podría volver la esquina y firmar por ti si fuera preciso, no se molestan en confirmarlo.
El burócrata asiente automáticamente mientras le hablas para a continuación decir lo que su encasetado lenguaje le permite, igual para todos y a todas horas, no importa cuál sea tu problema, él siempre lo comprenderá, pero nunca te dará la sencilla solución que necesitas. De él sólo puedes esperar más papeles, formularios y modelos 123. A veces tienes incluso menos suerte y en lugar de tratarte fríamente te muestran su sensación de enfado y pagan contigo sus malos modales, no pocas veces.
Antes de llegar al burócrata es necesario seguir el protocolo, que precisa indefectiblemente al menos media hora de espera, a veces sentado, a veces de pie, siempre rodeada de los suspiros de tus compañeros y acompada por la constatación frente a tus narices de que el burócrata, por lo general y a pesar de cuantas veces te diga que no puede atenderte porque está muy ocupado, nunca trabaja, o casi nunca. Se entretiene en hablar frugalmente con sus compañeros para contribuir a que se cumpla la parte del protocolo que tiene que ver con la antedicha espera.
En fin... de todo tiene que haber en esta viña del señor.

lunes, 9 de febrero de 2009

Frikismo: de la significación de la orientación y la luz en las iglesias románicas


Se ha dicho en multitud de ocasiones que cualquier cosa puede resultar simbólica cuando se trata del arte medieval, que ante una sociedad predonimantemente analfabeta la imagen y los símbolos se convierten en instrumentos fundamentales a la hora de transmitir la doctrina católica. Tanto es así que puede considerarse simbólica la propia orientación de la iglesia.
Por lo general, las iglesias cristianas se orientan al Este, lo cual encuentra un paralelismo con los templos de la Antigüedad, según Mª Ángeles Curros, quien también considera que esa orientación al Este podría relacionarse con la dirección en la que se encuentra el Paraíso. Por otra parte, debemos tener presente que la luz nace del Este, de Oriente. Así lo confirma Marie-Madeleine Davy, que nos dice que las iglesias románicas seguían la tradición de las iglesias primitivas, dirigidas ad orientem. Hacia el sol naciente, simbolizando un sol de salvación, el lugar bendecido de donde había de venir el sol de la justicia para juzgar a los hombres en el fin de los tiempos. Cristo. La luz. Dios. Por eso Oriente significa la iluminación y allí debía encontrarse, según la Biblia, el Paraíso terrenal. Por contraposición, las puertas del Hades se encontrarían en Occidente, o al menos así lo cuenta la leyenda.
En opinión de Santiago Sebastián, el espacio debía orientarse para dejar de ser neutro, para ser sacralizado. Así, desde las Constituciones Apostólicas, el templo aparece orientado Este-Oeste. Pero, dentro de esta orientación, cada punto cardinal adquiere una significación. El Norte es la zona del frío y de la noche, y suele dedicarse al Antiguo Testamento. El Sur, es la vertiente cálida y luminosa, la zona de vida, que solía dedicarse al Nuevo Testamento. El Oeste mira al atardecer, y a él se destina el Juicio Final. Para terminar, el Este es la zona por donde nace el sol y mirando hacia él se coloca el ábside.

En la iglesia primitiva, una abertura sobre el altar iluminaba el santuario. En la iglesia románica el día cae sobre el altar mediante una vidriera. Según nos cuenta Cirlot, la luz -que proviene de Oriente- se identifica con el espíritu y su superioridad se reconoce por la intensidad de la misma. Muestra la fuerza creadora, la energía del cosmos. Al mismo tiempo, su color blanco se relaciona con la totalidad (adquiriendo el valor del color correspondiente en caso de que presente otro tono).
Además, la palabra hebrea luz significa ciudad-centro o lugar de aparición. Según Guénon, la luz es una partícula humana indestructible, simbolizada por un hueso durísimo a la que una parte del alma se mantiene unida desde la muerte a la Resurrección.
Por otra parte, creo haberlo mencionado, Cristo también queda relacionado con la luz, no hay más que observar la inscripción que presenta cuando aparece representado en el tímpano de las iglesias o en otras manifestaciones: “ego sum lux mundi”.
A más importante es el papel divino en una época, más solar será ésta, nos dice Davy. El mediodía es el punto culminante, el momento clave para la inspiración divina, donde se muestra la luz más intensa que separa el ascenso del descenso, la aurora del crepúsculo. Pero, a la misma vez es el momento más peligroso en relación al poder demoníaco, ya que existe el riesgo de caer en uno de los Pecados Capitales, la Pereza, “el demonio del Mediodía”. Es un instante inmóvil y dura tan poco como el éxtasis místico.
La luz penetra a través de las ventanas, que pueden ser vanos circulares o cuadrangulares. Si éstas se dividen, nos dice Cirlot, adquieren la simbología del número de partes en que quedan dispuestas. A esa luz fruto del pleno conocimiento, del espíritu, se contrapone la sombra, que puede ser la sombra de la fe (la vida) o la sombra de la muerte, la que se aleja de Dios. Un grado más allá están las tinieblas, con un doble sentido. Éstas pueden producirse por la ausencia de luz (albergando los demonios) o por el exceso de luz (es la trascendencia inaccesible). La luz es, pues, la presencia de Dios que invade el alma, y con ella el ojo del corazón deja de estar velado por la opacidad de la carne.

Frikismo: del ser y el debiera ser o una idea sobre los museos arqueológicos


El museo debiera ser un medio para transmitir la cultura, para enseñar/educar al público acerca de cuestiones que generalmente pasan desapercibidas. Sin embargo, muy frecuentemente esta potencialidad es desaprovechada, no ya únicamente por falta de medios, sino quizás posiblemente por falta de análisis y planificación.
Un museo debiera ir mucho más allá de servir como simple centro de almacenamiento de piezas. Todo lo contrario, es necesario que explique. Y que atraiga, no sólo por las piezas en sí contenidas, sino por lo que puede llegar a ofrecer. Sería fantástico que pudiéramos llegar a plantearnos como quehacer cotidiano la simple idea de visitar el museo para aprender sobre algún tema determinado, y más aún, sin temor a considerar la posibilidad de que la información que se nos transmite no es del todo veraz.
La exposición de un museo tendría que llegar a ser, por qué no, un espectáculo, quiero decir, una puesta en escena en toda regla, un todo organizado que ofreciera información, pero también disfrute al ciudadano. Al de diez años, al estudiante de Historia y al pensionista que se aburre. Sería un logro que tanto uno como otro, insisto, tuviera entre sus planes la visita al museo no como obligación cultural cuando visita una ciudad, sino como forma de ocupar una tarde libre. Quizás esto resulte demasiado optimista y no sea posible sin un cambio profundo de nuestra sociedad civil y nuestro sistema educativo.
No debemos olvidar en ningún momento que los objetos han sido producto de todo un proceso social y que por eso mismo no debieran aparecer como simples piezas neutrales en las vitrinas de los museos. Por ejemplo, las muestras cerámicas tal y como frecuentemente están concebidas, es decir, atendiendo únicamente a la cronología y la tipología. Puede que éstas resulten útiles a los especialistas, que pueden ver más allá de ellas gracias a los conocimientos de su investigación. Pero, el valor humano de esas cerámicas no está expuesto: el arqueólogo ya conoce al hombre que hay detrás de un ánfora cuando acude al museo. El ciudadano de a pie espera –o es de suponer que así sea- encontrarlo en él, mas cuando llega Adán sigue siendo un trozo de barro. Existe, pues, debe existir, una necesidad constante de informar, de rellenar de contenido la materia.
Para llevar a cabo esta misión quizás podríamos aprovechar la potencialidad que al respecto ofrecen los símbolos, porque éstos en su propia definición contienen la idea de poder trasladar a la persona que los contempla desde lo visible hasta lo invisible. Quizás deba ser esa la función de la pieza museística, erigirse en el símbolo de una realidad pasada. Evocarla, transmitirla.

martes, 3 de febrero de 2009

Horizontes

Parece que todo comienza a calmarse, pero me da miedo que sólo se trate de una falsa alarma, que mañana todo vuelva a enredarse hasta vedar el paso de los horizontes que ahora parecen abiertos; descuidada la vida de los mortales de nuevo. Surgieron oportunidades que deseché a pesar de los consejos de algunos amigos, pero estoy contenta, no me pesa haberlo hecho, sigo en mi camino haciendo lo que me gusta aunque no prometa buenos resultados. Fernando IV es cada día un compañero más cercano, y algunos de los nobles castellanos de finales del siglo XIII pasan conmigo cada día más horas. Mi madre sonríe algunas veces y mi abuela ya no dice que quiere morirse. El abuelo vuelve a ser el que era, más cariñoso si cabe. Sólo me falta a quien poder intentar enseñar algo.


sábado, 17 de enero de 2009

Bendita Música

Dice un buen amigo que a los músicos es a los únicos que merece la pena conservar, siempre, que es necesario echarles una moneda como gesto de agradecimiento cuando con sus notas alegran las calles por las que paseamos; yo estoy bien de acuerdo con él.

La música es una de esas pequeñas cosas que siempre están dispuestas a servirnos de apoyo, en el sentido que sea, en la medida en que la dejamos, en la manera en que puede. Quizás por ello recibo cada jueves con gran anhelo esa hora y media de música coral que viene a quitarme de encima el peso de toda la semana, acompañado todo ello por una cerveza posterior en la que compartir unos minutos con compañeros y amigos. Gracias a la música, sin pedir a cambio más que un poco de dedicación y sobre todo mucho cariño.


Y en los impares del segundo anfiteatro te encontró y volvió a por mí
Fa, Re, Si, La,
Fa, Do, Si, La, Sol, Sol, La, Si...

(Bendita Música, Joan Manuel Serrat)

lunes, 12 de enero de 2009

Sin opinión única

Años antes...


Años después...


Quizás no hay remedio. La historia es sólo una y el Doctor Jeckyll está condenado al destierro.

Recorro el camino que recorrieron cuatro millones
de espectros.
Bajo mis botas, en la mustia, helada tarde de
otoño
cruje dolorosamente la grava.
Es Auschwitz, la fábrica de horror
que la locura humana erigió
a la gloria de la muerte.
Es Auschwitz, estigma en el rostro sufrido de
nuestra época.
Y ante los edificios desiertos,
ante las cercas electrificadas,
ante los galpones que guardan toneladas de
cabellera humana
ante la herrumbrosa puerta del horno donde
fueron incinerados
padres de otros hijos,
amigos de amigos desconocidos,
esposas, hermanos,
niños que, en el último instante,
envejecieron millones de años,
pienso en ustedes, judíos de Jerusalem y Jericó,
pienso en ustedes, hombres de la tierra de Sión,
que estupefactos, desnudos, ateridos
cantaron la hatikvah en las cámaras de gas;
pienso en ustedes y en vuestro largo y doloroso
camino
desde las colinas de Judea
hasta los campos de concentración del III Reich.
Pienso en ustedes
y no acierto a comprender
cómo
olvidaron tan pronto
el vaho del infierno.

(Luis Rogelio Noguera)

No es que sea antisemita, simplemente no me gusta el Estado de Israel... o sus mandatarios. O los mandatarios del mundo.

miércoles, 7 de enero de 2009

Queridos Reyes Magos


Permítanme quejarme sólo una vez más. Quejarme del tiempo, que en esta época del año mezcla la lluvia con las lucecitas azules que inundan la ciudad creando un ambiente nostálgico y triste. Quejarme, también, de estar enredada en una madeja de problemas creados por quien parece no tener la menor intención de resolverlos, sentir la culpa de no poder solucionarlos yo misma y saber que intentarlo es meterme en un embrollo que jamás quise. Pensar que todo ello me está comiendo a mí, a mamá, a los abuelos, a todos, en definitiva, incluso a él, a papá… y que va a destruir buena parte de mis planes de futuro, el futuro que yo sí había elegido. El que había intentado construir poco a poco, con algunos esfuerzos y muchos sueños. Mamá está mucho más vieja, por cierto. Quiero quejarme también de eso. Quejarme de no tener nada claro, ni quién soy ni adónde voy, de tener que sentirme mal por pensar que estoy perdiendo el tiempo… que debería dejarme de historias (a quién le importan los hombres medievales y a quién va ayudar saber algo sobre ellos) y ponerme a trabajar en algo productivo, que ayude a sobrevivir a alguien en casa, al menos, aunque no sea a mi.

domingo, 4 de enero de 2009

Mad City


Un periodista, un hombre. Una mujer. Niños. Otros periodistas. ¿Dónde queda la verdad y quién tiene el poder, el derecho o el deber de construirla? ¿A qué distancia de nosotros mismos quedan los límites que no se deben cruzar? ¿Por qué y para qué cruzarlos? ¿Por qué no hacerlo? ¿Quién muere y quién mata? ¿Cuándo se es sincero en los consejos y cuándo se está buscando el beneficio propio? ¿Cómo sería la historia sin periodistas? En definitiva, una película que bien debiera ser de proyección obligatoria en las facultades de Ciencias de la Comunicación.